El 30 de noviembre es una fecha muy especial para todos los bodegueros. Llega San Andrés, y con él, la apertura de bodegas.

Después de muchos meses de intenso trabajo, de cuidado y de mimo a los nuevos caldos, podemos comenzar a saborear sus frutos. Y no de cualquier manera, un auténtico festejo se celebra alrededor de este día. Lo mejor de la gastronomía local, parrandas que alegran la velada y por supuesto, vino nuevo.

Dependerá de la zona y de la bodega que se festeje con vino blanco o tinto, pero en esta época, en pleno otoño, las castañas asadas no suelen faltar.  Junto a ellas, unas garbanzas, queso de la zona, carne fiesta y demás platos canarios que acompañen nuestro nuevo caldo.

Pero no solo hablamos de un festejo tradicional, para muchos bodegueros el 30 de noviembre es la fiesta por el trabajo realizado, una pequeña compensación no solo por el esfuerzo físico, también por todas las preocupaciones y estrategias llevadas a cabo para que la cosecha fuera un éxito.

Y es que este año, quizás con más motivo que nunca, las bodegas no lo han tenido nada fácil. Las condiciones climatológicas, así como las diferentes enfermedades que han azotado la isla, han interferido directamente en la calidad y tiempos de maduración de la uva.

No ha sido un año fácil, pero estamos muy cerca de poder saborear la recompensa. En Presas Ocampo hemos trabajado muy duro para que la cosecha de 2018 incluso pueda superar a las anteriores. Ansiosos estamos de abrir la bodega y, sobre todo, de que todos vosotros podáis disfrutar con nuestros nuevos caldos.

¡Viva San Andrés!

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