La totalidad del mundo del vino en nuestra tierra está de acuerdo en que la cosecha del año 2016 fue corta. Las lluvias por escasas o por llegar en momentos que podríamos decir «no recomendados» para la uva, a lo que le unimos las variaciones en las temperaturas, con oscilaciones poco habituales en el año, son factores que han influído en dicha cosecha, no tanto en la calidad de nuestros vinos, pero si en existencias, por el hecho de ser corta.
Si comparamos la añada pasada con la actual, tal y como nos cuenta nuestro enólogo Francisco Álvarez, ésta se ha podido adelantar, con lo que son buenas noticias, ya que de esta manera las existencias son las adecuadas para no tener el mercado desabastecido.