Ahora que estamos en pleno verano es inevitable pensar en uno de los combinados más famosos del mundo que tiene como protagonista indiscutible el vino. Efectivamente, hablamos de la sangría. Esta bebida se ha convertido en una de las más populares de la gastronomía española, que ha conquistado los paladares de muchos curiosos y curiosas, pero, ¿de dónde viene esta bebida? ¿Realmente tiene un origen español?
Lamentablemente es muy difícil saber la procedencia exacta de la sangría, aunque si encajamos algunas piezas nos podemos hacer una idea de su procedencia. Veamos.
El verdadero origen de la sangría, desde la cultura griega hasta los ingleses
Es posible que el origen de este combinado sea una consecuencia de una tradición milenaria que consistía en enmascarar los malos olores del vino con agua y especias. Se conoce que ya los griegos tomaban este brebaje aderezado con miel y especias. Posteriormente, ya en la Edad Media, existió una bebida a base de vino llamada hipocrás que igualmente era vino con especias y se tomaba como digestivo después de las comidas.
Seguramente ese sea el verdadero origen de la sangría, pero si buscamos una referencia más actual, este lo encontramos en las islas del Caribe en 1785, donde se tiene la primera referencia a la sangría, denominada “sangaree”. Allí vivían en aquel entonces los ingleses pero, por el nombre, se entiende que es la pronunciación de sangría, por lo que el nombre es de origen español.
Con el paso del tiempo la sangría se popularizó más y más, haciéndose conocida en todo el mundo, sobre todo a partir de la Feria Mundial de Nueva York de 1964, pues esta era la bebida que se ofrecía como producto gastronómico local en el pabellón España. A partir de 2014, solo Portugal y España pueden llamar a este producto embotellado sangría, el resto de países pueden comercializar bebidas parecidas pero siempre bajo la denominación de “vino aromatizado”.
Y a ti, ¿te gusta la sangría para el verano?