Cada época del año tiene su importancia para la viña y, en consecuencia, para el vino. Muchos piensan que la vendimia es el momento en el que más trabajo da un cultivo de este tipo, sin embargo, en artículos anteriores hemos visto como dentro de la enología hay varios factores fundamentales que hay que cuidar si queremos conseguir un buen producto final.

El verano es, por así decirlo, la recta final de la maduración de la uva. El sol y el calor harán, entre otras cosas, que la uva contenga los grados suficientes. Por ello es importante estar atento a todo el proceso que sufre la viña en esta estación.

Podemos decir que en la época de verano, antes de la vendimia, nos encontramos con tres fases de la viña: la fructificación, el envero y la maduración.

La primera de ellas se da a principios del mes de julio y comienzan a salir los primeros frutos para conseguir formarse como es debido. El envero se refiere cuando la uva comienza a tener el color característico de su variedad. Por último, durante los meses de agosto y septiembre se da la maduración, la uva termina de crecer acumulando sustancias nutritivas. Cuando ya tenga los niveles de azúcar óptimos, se procederá a la vendimia.

Como véis, el verano no es una época cualquiera para la viña, sino una etapa fundamental dentro del ciclo del vino. En Presas Ocampo contamos con un equipo de profesionales que estudia meticulosamente cada etapa de la viña para que así nuestro caldo sea de la máxima calidad posible. Afrotnamos el verano con ilusión y ganas para dentro de unos meses poder tener una recogida exitosa. ¡Muy atento, que te lo contaremos todo!

 

Share

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies