A dieciocho metros de profundidad, en aguas del Océano Atlántico, se encuentran una serie de joyas en forma de botellas de vino que reposan mecidas por el mar y vigiladas por las distintas especies que viven en nuestro mar. Un proyecto innovador, en el que participa nuestra bodega y de cuyos resultados estamos muy orgullosos.
Nuestros vinos envejecen, a una temperatura, humedad, presión, con unas condiciones de luz y gravedad, las cuales son imposibles de conseguir sobre el nivel del mar, con una evolución diferente que en superficie, lo que provoca que se preserven las características de vinos más frescos y más jóvenes.
Nuestra bodega ha llegado a un acuerdo con la Bodega Submarina de Canarias, para que los vinos de Presas Ocampo descansen en las profundidades, desde el año 2015, en el que se puso en marcha este proyecto. La instalación que se encuentra sumergida en la costa sur de Tenerife, tiene una capacidad para 5000 botellas, la cual, tal y como hemos dicho anteriormente, reúne unas condiciones óptimas para un proceso de envejecimiento del vino que oscila entre los tres y los doce meses.
Hace unos días, una partida de nuestro vinos ha emergido de las profundidades para poder disfrutar de ellos en breve. La labor de ascenso o descenso de las botellas desde el fondo, se debe hacer en buenas condiciones del mar, utilizando una serie de globor con unas características determinadas, que se hinchan o deshinchan según las necesidades.
En Bodegas Presas Ocampo apostamos por lo mejor, con la creencia de que con una materia prima de calidad, los resultados son de calidad.
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